NUESTRA HISTORIA




1840



Al mando de una embarcación de vela latina, Michele Guida, de Procida, navegó hasta el norte de Cerdeña para comprar alimentos a los agricultores y ganaderos y revenderlos después a los comerciantes napolitanos.

Debido a una repentina tormenta y a un desastroso desembarco, desembarcó en Santa Teresa Gallura, donde permaneció el resto de su vida. Más tarde enseñó a sus hijos y nietos el oficio de comerciante marítimo.

1933



Finalmente, los sobrinos Antonio y Giuseppe consiguieron una licencia para el comercio itinerante por mar, entre Cerdeña, Liguria, Toscana, Lacio y el puerto de Marsella, donde traían vivas las deliciosas langostas sardas.

1937



Con sólo siete años, el pequeño Giuseppe, bisnieto de Michele, realizó su primer viaje por mar hasta Livorno. Tras varios años en el mar, continuó su experiencia en la Marina y en petroleros, lo que le llevó a navegar por el Atlántico e incluso por el Índico hasta llegar al Extremo Oriente.

1953



Giuseppe y su familia obtuvieron una licencia comercial para un bar, que se llamó "Bassa a Prua" (término marítimo), y en 1955 se convirtió en la Trattoria Marinara. Durante estos años se dedicó simultáneamente a la trattoria y a la pesca hasta 1962

1963



Giuseppe, junto con su esposa Maria Grazia, comenzó su aventura pasando del comercio al turismo, con la apertura del Albergo Ristorante Marinara.

El hotel siendo un negocio familiar pasó naturalmente a sus hijos, Nicola y Antonio con su esposa Giovanna, quienes en 1986 tuvieron un hijo al que dieron el nombre de Giuseppe como es tradición.

HOY



Hoy en día el hotel está dirigido por Giuseppe (la tercera generación de hoteleros), con la ayuda fundamental de sus padres Antonio y Giovanna y su tío Nicola. Siempre han estado especialmente atentos a todas las necesidades de sus huéspedes y tratan de aportar una experiencia familiar con consejos útiles para una estancia que recordar con una agradable sonrisa.



Las fotografías relativas a 1840 y 1933 proceden del archivo histórico de Santa Teresa Gallura, mientras que las demás fotos son propiedad del Hotel Marinaro.